5. Intervalo académico


D. Antonio Beltrán Martínez. Escultor: Francisco Rallo Lahoz.

Por la calle Doctor Cerrada, pasando junto a la Biblioteca de Aragón, llegaremos a la Avenida Goya. Allí el retrato de busto de Miguel Allué Salvador autor prolífico de escritos literarios, pedagógicos, jurídicos e históricos, que mira al Instituto Goya, del cual fue director. Muy cerca está la sede de la Fundación José Antonio Labordeta, que tiene la fachada decorada con las letras de sus canciones, y en el interior un museo donde hay abundantes muestras del éxito que alcanzó en sus múltiples facetas, incluida la literatura. En la plaza de San Francisco nos paramos ante el Busto de Antonio Beltrán Martínez, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza y cronista de la ciudad. El homenajeado dirige su mirada hacia el campus donde trabajó durante gran parte de su vida, por cuyas aulas han pasado, como alumnos o profesores, importantes personalidades de las letras aragonesas.

Adentrándonos en el recinto veremos frente a la fachada principal de la Facultad de Filosofía y Letras dos esculturas realizadas por Félix Burriel para ornar el pequeño jardín delantero: el Monumento a Miguel Asín Palacios y el Monumento a Eduardo Ibarra. Se trata de una pareja de bustos en bronce que presentan una impecable ejecución técnica, con detallado realismo en los rasgos de ambos retratados, respectivamente uno de los arabistas españoles más célebres y un gran historiador fundador de la Revista de Aragón.

No se puede decir lo mismo del Monumento al Dr. S. Hahnemann, situado fuera del campus, en la calle Domingo Miral, donde está la Facultad de Medicina, pero a cierta distancia, detalles muy reveladores de la consideración de este homenaje al sabio que formuló y divulgó la homeopatía.