3. Plaza San Bruno

Si caminamos junto al llamado muro de la Parroquieta, hacia el Este, de forma inmediata nos hallamos en la plaza de San Bruno, remodelada en febrero de 1990 por los arquitectos Heliodoro Dols Morell y Fernando Torra Puigdellivol. Esta remodelación pasaba por la peatonalización de la misma en su totalidad, abriendo una calle nueva que enlazara las calles Arcedianos, Sepulcro y Echegaray y Caballero, y desviando así el tráfico rodado; igualmente se proyectó la construcción de 152 viviendas, la cual había de acometerse en primer lugar. La plaza es de forma rectangular siguiendo en cierta medida su antigua estructura, se rompen los edificios en planta baja por medio de soportales y así pasa a tener forma trapezoidal en altura al achaflanarse una esquina. La calle del Sepulcro se tuerce para dirigir su embocadura hacia el muro mudéjar de La Seo y perpendicular a ella se abre un paso peatonal que comunica Echegaray y Caballero con el Arco del Deán. Dos grupos de árboles -palmeras- y bancos -en piedra de Calatorao- situados junto al Palacio Arzobispal y también junto a la escultura Torso Vectra , de Berrocal, en la embocadura hacia el Arco del Deán, ayudan también a enmarcar la plaza. Las farolas se diseñaron con tres piezas fundamentales: fuste, farol y remate -estas dos últimas se unen invertidas para formar las farolas sin fuste aplicadas a la pared.