Legados de Mujeres Aragonesas de los siglos XIX y XX

No resignarse ni conformarse: ciencias de la investigación y la innovación arqueología, arquitectura, sociología

Incluye la memoria de las primeras mujeres aragonesas que abordaron nuevos campos de investigación y conocimiento a lo largo del siglo XX y siguen siendo un ejemplo de inquietud intelectual y empeño para seguir avanzando en lo que parecía imposible para la condición femenina

 

… En esa clave habrá que impulsar el cambio social de finales del siglo XX, que dote de significado cultural humanizante a la tecnología del XXI. Será ésta el resultado de las libres decisiones de mujeres y hombres, jóvenes y adultos, quienes viviendo parentescos en condiciones nuevas, generarán y desarrollarán movimientos sociales capaces de articular la reflexión colectiva dentro de una democracia de costumbres y de gestión política.

Ángela López Jiménez

A la búsqueda del ocio, artículo 1993 https://dialnet.unirioja.es

Presentación


En el último tercio del siglo XX se produjo el verdadero desembarco de estudiantes mujeres en los espacios universitarios, avanzando en la normalización de la presencia femenina en los estudios de las ciencias experimentales y su incorporación a puestos profesionales para el desempeño de sus vocaciones científicas. A la vez y con el siglo XXI se empezó a luchar por la visibilización de las mujeres científicas de la historia, el reconocimiento de sus aportaciones y la recuperación del papel que, en el desarrollo de campos tradicionales como la medicina, la farmacia, la química o las matemáticas, históricamente se les había negado. Además de ello, en estos apenas últimos cuarenta años se han producido nuevas y grandes incursiones de mujeres en modernos campos científicos aventurando la gran transformación social y un nuevo futuro donde, no sólo no puede estar excluida la figura femenina del desempeño de profesiones especializadas, sino que ellas mismas son las que están aportando nuevas ramas de especialización en la investigación y el saber contribuyendo al enriquecimiento de los campos científicos.

A la revisión histórica de causas y efectos de esta tradicional exclusión femenina de los conocimientos científicos y su profesionalización, se ha sumado actualmente un importante debate sobre género y ciencia, estudiando sus consecuencias en los conceptos, las ideas y la praxis científica. Un debate feminista apasionante que la profesora Carmen Magallón Portolés apunta en su trabajo Las mujeres en la ciencia: una historia de luces y sombras, (Ponencia on-line, 17 de noviembre de 2011 Primer Simposio Mujer y ciencia en Colombia), partiendo de advertir el enriquecimiento del contenido de las propias ciencias, al dar a conocer enfoques y novedades que históricamente fueron aportados desde el mundo de las mujeres.

La observación y estudio de la realidad en cuya filosofía se basa el conocimiento científico a partir de la aplicación del razonamiento lógico, se engrandece y se amplía con la visión femenina, capaz de aportar perspectivas y experimentaciones que se habían ignorado por la metodología tradicional, impregnada de visiones y estereotipos de género

Si las innovadoras y adelantadas que se decidieron por campos que parecían vedados demostraron que venía de su mano la transformación que esperaba el mundo, las científicas del siglo XXI representan el poder femenino en la especialización científica de la realidad.

Mujeres destacadas


Pilar Loscertales Baylín

Investigadora archivera

Zaragoza, 1910 - xxx, 1972


Colaboradora del Instituto de Estudios Históricos junto a Claudio Sánchez Albornoz. Se dedicó a la investigación histórico-jurídica desde sus destinos en la Biblioteca Nacional y el Archivo Histórico Nacional, entre otros.

Nació el 26 de agosto de 1910, miembro de la célebre familia aragonesa Loscertales, procedente de Adahuesca, Huesca. Se licenció brillantemente en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza en 1931 e ingresó por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos en el mismo año, con destino en la Biblioteca Universitaria de Salamanca. Discípula de Claudio Sánchez Albornoz, con quien estaba realizando la Tesis doctoral, trabajó con él en el Centro de Estudios Históricos de Madrid durante varios cursos (1929-1934). Fue nombrada además ayudante de clases prácticas y Auxiliar de Lógica Fundamental. Consiguió traslado por oposición a la Biblioteca Nacional, continuando sus trabajos de investigación en el Instituto de Estudios Medievales y Centro de Estudios Históricos. A partir de este momento, Pillar se dedicó íntegramente a la investigación histórico-jurídica en los diferentes Archivos y Bibliotecas en los que ejerció.

En 1935 obtuvo pensión de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas para completar sus trabajos de investigación por Francia, Alemania, Austria e Italia durante ocho meses. Posteriormente continuó dicha labor en los años 50. Se casó con el historiador del Derecho Luis García de Valdeavellano, académico de la Real Academia de la Historia. Por concurso Pilar ganó plaza en el Archivo de la Delegación de Hacienda de Barcelona, ciudad en que les sorprendió a ella y su marido la guerra civil. Después de una estancia en Francia regresaron a España y la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado la destinó al Archivo General de Simancas, hasta que por servicio fue trasladada al Archivo Histórico Provincial de Ávila, y luego a Valladolid.

Acabada la Guerra Civil, Pilar se incorporó al Archivo de la Delegación de Hacienda de Barcelona, y en 1954 se trasladó a Madrid al Archivo Histórico Nacional, donde permaneció hasta su muerte. Pilar fue colaboradora esencial de su marido en los trabajos de investigación histórica medieval, su especialidad. Destaca especialmente su maestría medieval en la disciplina Catalogación de documentos medievales de la Escuela de Archivos, Bibliotecas y Museos de la Dirección General de este nombre. Entre sus trabajos, como relata Luis Miguel de la Cruz Herranz para el Diccionario de la Real Academia de Historia, se destaca su contribución en el Diccionario de Historia de España de la Revista de Occidente, para el cual redactó numerosas voces relacionadas con las instituciones jurídicas castellanas medievales.

Murió en un accidente mientras viajaba desde Madrid a Huesca, el 24 de marzo de 1972.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

Encarnación Cabré Herreros.

La primera arqueóloga española

Madrid , 1911 - Madrid, 2005


De raíces aragonesas, realizó múltiples investigaciones y excavaciones arqueológicas, autora de múltiples publicaciones con sus resultados y partícipe de prestigiosos congresos internacionales. Realizó trabajos en excavaciones de Teruel.

Nació el 21 de marzo de 1911 en Madid. Su padre fue el prestigioso arqueólogo y dibujante Juan Cabré Aguiló, natural de Calaceite, Teruel, que después de formarse en Zaragoza y Tortosa, se trasladó a Madrid para trabajar en diversas instituciones. Encarnación estudió Filosofía y Letras en la rama de Historia con especialidad en Arqueología en la Universidad Complutense de Madrid entre 1928 y 1932; comenzó el doctorado aprovechando una beca de Prehistoria y Etnografía en Berlín y Hamburgo y se había incorporado muy pronto a colaborar con su padre en trabajos de campo y gabinete apasionada como él a los descubrimientos arqueológicos. Era excelente dibujante, apoyo imprescindible para documentar los hallazgos, pero también fotógrafa adelantada. Siempre iba con su cámara Leika. Fue la primera en emplear la foto como registro documental de sus trabajos de arqueología.

Sus primeras excavaciones fueron como asistente de su padre, con 17 años, en los yacimientos de Calaceite, en Teruel, Las Cogotas (Ávila) y El Altillo, en Guadalajara, en 1930 ya se incorporó de forma estable a las campañas de otros yacimientos buscando arte rupestre. Participó junto a su padre en la campaña del Cabezo de Alcalá de Azaila en Teruel en otoño de 1931, donde estuvo a cargo del diario de excavaciones. Su padre abandonó la excavación por enfermedad y Encarnación permaneció concluyendo los trabajos y levantando sus planos.

Ya había asistido en 1929 al IV Congreso Internacional de Arqueología Clásica de Barcelona, donde presentó ante los mejores especialistas europeos un estudio sobre uno de los hallazgos, única ponencia realizada en el congreso por una española, y en 1930 al XV Congreso Internacional de Arqueología y Antropología Prehistórica celebrado en Portugal con una nueva ponencia sobre cerámica peninsular. A esos siguieron numerosos congresos y conferencias. Empezaron a referirse a ella con el apodo de Miss Congress, como explicaba Peio H.​ Riaño (El País, 2019).

Era la única y primera mujer en España dedicada de manera profesional a la arqueología, presente en congresos internacionales con menos de veinte años. Hablaba francés, inglés y alemán, y experta en latín y griego.

Casada con el meteorólogo Francisco Morán, tuvo ocho hijos. En 1974 retomó su labor científica con la publicación de 25 trabajos con materiales inéditos de varias excavaciones. Murió en Madrid, el 18 de marzo de 2005, sin haber obtenido todavía el reconocimiento merecido a su trabajo excepcional.

Fuentes consultadas:

Magdalena Lasala Pérez

MARÍA JUANA ONTAÑÓN SÁNCHEZ-ARBÓS

ARQUITECTA. LA CUARTA MUJER TITULADA DE ESPAÑA

San Cristóbal de la Laguna, 1920 - San Cristóbal de la Laguna, 2002


Sus padres eran la pedagoga aragonesa María Sánchez Arbós y el profesor Manuel Ontañón. Se formó en la Institución Libre de Enseñanza, en Madrid, donde ejercía su madre como profesora.

Su madre fue la pedagoga María Sánchez Arbós, original de Huesca, donde hizo los estudios de magisterio para completarlos en la Escuela Superior de Maestras de Zaragoza, titulándose en 1911. Instalada en Madrid, María Sánchez Arbós opositó al Rectorado de Magisterio y entró en contacto con el mundo intelectual más avanzado del momento y las ideas pedagógicas que la llevaron a la Institución Libre de Enseñanza.

Juana Ontañón nació en La Laguna, donde su madre ejercía en ese momento, primera de los cinco hijos que tuvieron sus padres. Vivió en Huesca de 1926 a 1930 al ser trasladada su madre a la Escuela Normal de Huesca. Después la familia volvió a Madrid donde la madre había sido nombrada maestra, y directora desde 1933, en el emblemático Grupo Escolar Francisco Giner de la Institución Libre de Enseñanza. Juana inició sus estudios universitarios en los años inmediatamente posteriores a la guerra civil española y en 1943 ingresó en la Escuela Superior de Arquitectura titulándose en 1949. Era así la cuarta mujer que había estudiado Arquitectura con anterioridad a los años 60. Las otras tres anteriores fieron Matilde Ucelay, Cristina Gonzalo Pintor y  Rita Fernández-Queimadelos.

Ejerció la profesión desde muy joven y de forma muy activa y realizando a lo largo de su carrera más de doscientos proyectos, como queda reseñado en el blog especializado undiaunaarquitecta.wordpress (https://undiaunaarquitecta4.wordpress.com/). En el mismo se describe a Juana como una mujer tenaz y optimista, con gran habilidad para la fotografía y el dibujo, y gusto por el deporte. ​ Su marido fue el también arquitecto Manuel López-Mateos, con quien compartió vida y profesión.

Bajo la supervisión de Luis Moya, se atribuye a Juana Ontañón y Manuel López-Mateos la autoría del Paraninfo de la Universidad Laboral de Gijón, gran complejo educativo construido entre 1946 y 1956. Además, durante los años 60 y 70, la arquitecta colaboró en diversos proyectos de vivienda social en Madrid, promovidos por entidades dependientes del Instituto Nacional de Vivienda como la Organización de Poblados Dirigidos o la Obra Sindical del Hogar.

Juana murió en San Cristóbal de la Laguna, en Tenerife, en 2002.

Ángela López Jiménez

Doctora en sociología. Presidenta del consejo económico y social de Aragón

Pamplona, 1945 - Zaragoza, 2007


Licenciada en Sociología Urbana y del Desarrollo por la Universidad Católica de Lovaina y doctora en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Activa feminista, realizó numerosas publicaciones especializadas en sociología y feminismo.

Comprometida luchadora por la paz y convencida feminista, Ángela López fue licenciada en Sociología Urbana y del Desarrollo por la Universidad Católica de Lovaina y doctora en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Zaragoza, Presidenta del Consejo Económico y Social de Aragón y miembro del Comité de Expertos de asesoramiento urbanístico del Ayuntamiento de Zaragoza. Fue además una mujer excepcional y desplegó una actividad apasionada por la defensa de la igualdad y la libertad de la mujer, en un contexto social y ciudadano donde empezaba a despertar la inquietud por reconocer el valor de lo femenino. Fundó y presidió el Club de Opinión de Mujeres La Sabina, y perteneció al SIEM (Seminario Interdisciplinar de Estudios de la Mujer de la Universidad de Zaragoza).

En 1976 se integró en el naciente Departamento de Sociología de la Universidad de Zaragoza. Ángela impulsó su crecimiento y lo extendió a las Escuelas Universitarias de Teruel y Huesca. Obtuvo para la Universidad de Zaragoza el programa de doctorado de Sociología, y fue invitada en diversas universidades nacionales e internacionales. En 1979 fue una de las fundadoras en la Facultad de Ciencias Económicas de Zaragoza y de la Federación Española de Sociología (FES) y en 1981 celebró en Zaragoza también el Primer Congreso Español de Sociología. En 2005 creó el GSIC (Grupo Sociológico de Investigación Científica), con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la sociedad contemporánea para disponer de un adecuado diagnóstico, a fin de favorecer la implementación de políticas públicas que mejorasen la calidad de vida de los ciudadanos.

Publicó numerosos trabajos en revistas especializadas, representó a las instituciones aragonesas en diversos foros y realizó importantes libros sobre sociología y feminismo, como Arte y parte, jóvenes cultura y compromiso, de 2000 y Zaragoza, ciudad hablada, memoria colectiva de las mujeres y los hombres, de 2001. Además, desarrolló investigaciones sobre las culturas e identidades urbanas, la sociedad y las tecnologías de la información y el conocimiento, las ciudades digitales, las políticas públicas, los movimientos sociales y urbanos y las culturas juveniles y sus modos de vida.

Estaba casada y tuvo una hija. Tras luchar contra el cáncer, murió en Zaragoza el 23 de marzo de 2007 con 62 años de edad. En su homenaje el Consejo Económico y Social de Aragón convoca el Premio de investigación Ángela López Jiménez, con el objetivo de reconocer un proyecto de investigación a desarrollar sobre alguna materia de trascendencia económica, social o laboral de especial interés para Aragón.

Fuentes consultadas:
Bibliografía para más información:
  • Carlos Gómez Bahillo, ed., 2008. El estudio de la realidad social: libro homenaje a la profesora Ángela López Jiménez. Prensas Universitarias de Zaragoza,2008. ISBN : 9788477330660

Magdalena Lasala Pérez

Hay que seguir trabajando, ya que la igualdad es algo que requiere de un trabajo continuo. Nos preocupa mucho actualmente la disminución de las vocaciones científicas en carreras STEM, y particularmente de las mujeres, ya que son el nicho del futuro de la ciencia. Nuestros esfuerzos se enfocan a visibilizar buenos referentes, pasados y presentes, y hacer una buena difusión de la ciencia a todos los niveles de la sociedad.(…) Soy consciente que los puestos de responsabilidad contribuyen a normalizar el papel de la mujer en cualquier ámbito profesional. Si con mi trabajo puedo contribuir a motivar o inspirar a futuras generaciones de niñas a contribuir con su talento al progreso en el conocimiento científico y tecnológico, solo puedo sentir satisfacción. Es vital que todas las mujeres contribuyamos en nuestros campos a normalizar la presencia femenina en puestos de responsabilidad. Uno de nuestros objetivos debería ser que algún día se deje de hablar de pioneras, y solo de referentes de éxito.

Rosa María Menéndez López, primera mujer presidenta del CSIC, nombrada en noviembre de 2017

(Extraído de: Rosa Menéndez, Mujeres con ciencia, Efemérides, 12 febrero 2021. 'En ciencia no cabe la improvisación', La Tribuna de Albacete, 12 julio 2021. https://latribunadealbacete.promecal.es)

Uno de los logros más importantes que se ha conseguido con este siglo XXI ha sido la recuperación memorística de mujeres científicas que precedieron a las científicas hoy, herederas de sus importantes referencias vitales y profesionales. Ellas mismas en su mayor parte y otras estudiosas y especialistas en la Historia de las Mujeres han realizado un trabajo encomiable para poner en valor y en su justo lugar las aportaciones de Mujeres de Ciencias y Leyes que rompieron las limitaciones de sus épocas con sus decisiones para dedicarse profesionalmente a la ciencia, en muchas ocasiones abriendo caminos de investigación desde reflexiones o intereses femeninos que, ya no desvalorizados hoy, han dado paso a nuevas ramas de estudios científicos.

Debemos una especial gratitud a profesoras de distintas Universidades españolas como Carmen Magallón Portolés, Consuelo Flecha, Montserrat Cabré, Teresa Ortiz, Belén Causapé Gracia, Pilar Ballarín, Consuelo Miqueo, Isabel Blázquez Ornat, Mª Rosa Domínguez Cabrejas, Concepción Germán, Mª Ángeles Delgado Martínez, Teresa Fernández, María José Barral, Natalia Becerril, Isabel Delgado y otras como Elena Ausejo, Teresa Marín Eced, Rosa Capel, María Jesús Santesmases, Ana Belén Subirón-Valera, Inmaculada Blasco Herranz, Marta González, Marta García Garralón, Eulalia Pérez Sedeño Ana Romero de Pablos, Paloma Alcalá, Teresa Rabazas Romero, María Dolores Álamo Martell., Asunción Fernández Doctor, entre otras muchas más, citadas a lo largo de esta obra y en la Bibliografía aportada al final, todas ellas estudiosas en las distintas líneas que en puede recuperarse la aportación femenina a las ciencias, y autoras de obras muy valiosas para la realización de trabajos como el presente, sintetizando y recopilando la memoria de las científicas para acercarlas al público no experto y sobre todo al mundo escolar de hoy.

La labor de recuperación y de justicia con las generaciones anteriores de científicas ha podido cristalizar en lo que va de siglo en la creación de entidades, organizaciones, plataformas, revistas, cátedras y seminarios de estudios femeninos, exposiciones temáticas y congresos que junto con el trabajo de reivindicación memorística han conseguido demostrar que la presencia de mujeres en las ciencias de hoy es fundamental para la evolución del propio concepto científico, además de contribuir a visibilizar la labor, los logros, el talento y el esfuerzo de científicas actuales con trayectorias excepcionales: La plataforma Mujeres con Ciencia ; la Revista de Historia de las Mujeres Arenal. ; el Seminario Interdisciplinar de Estudios de la Mujer (SIEM) de la Universidad de Zaragoza, con la revista digital Filanderas. Revista Interdisciplinar de Estudios Feministas" y la convocatoria desde 1997 del Premio de Investigaciones Feministas "Concepción Gimeno de Flaquer" otorgado a trabajos de investigación sobre cualquier disciplina científica planteada desde una perspectiva feminista; la Comisión de Mujeres y Ciencia del Centro Superior de Investigaciones Científicas, creada en 2002 para analizar y mejorar la situación de igualdad en el CSIC; las Exposiciones diversas de visibilización de mujeres de Ciencias organizadas por el Observatorio de Igualdad del Vicerrectorado de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza; y muchas otras y muy importantes comisiones y entidades que se ocupan de acortar la brecha de género en la Ciencia todavía persistente en la realidad del siglo XXI.

Uno de los eventos que más ayudó a visibilizar la presencia de mujeres en estudios científico-tecnológicos fue en diciembre de 2015 la proclamación del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, decidido por la Asamblea General de las Naciones Unidas y que se celebra anualmente el 11 de febrero, para impulsar una mayor participación y progreso de las mujeres y las niñas en la ciencia. La celebración de este día está dirigida por la UNESCO y ONU-Mujeres, como recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en las comunidades de ciencia y tecnología y que su participación debe fortalecerse. En septiembre de 2016 nació en España la Iniciativa 11 DE FEBRERO creada a nivel nacional para ayudar a hacer visible el trabajo de las científicas, a crear roles femeninos en el ámbito científico-tecnológico y promover prácticas y actividades que favorezcan la igualdad de género en el mismo.

Se ha avanzado mucho en poco tiempo y con mucho esfuerzo para conseguir el lugar propio de la mujer en el estudio, el desarrollo y el ejercicio de la Ciencia en todas sus disciplinas. Y queda mucho por hacer y todavía muchas barreras para que las mujeres accedan a puestos superiores. Porque sabemos que las mujeres y las niñas de hoy son además, la esperanza indiscutible de la Ciencia.