7. Del Puente de Piedra, al parque del Tio Jorge

Nuestra visita debe continuar por la margen izquierda del río Ebro. Cruzamos el río por el Puente de Piedra, levantado entre 1401 y 1440. Es una de las obras públicas más destacadas de la ciudad. Se trata de un paso levantado en piedra y compuesto por cinco arcos. Las pilas, por la cara de aguas arriba, están provistas de tajamares de planta triangular y cubiertas a dos aguas hasta media altura para después prolongarse hasta la rasante del puente con un cuerpo semicilíndrico. Por su cara de aguas abajo se encuentran los espolones, con forma de tambores de planta semioctogonal, embellecidos por una imposta en la cota media.

Una vez en la margen izquierda, se alcanza el Arrabal, el núcleo de población más antiguo de esta zona y que protagonizó su despegue industrial. Al lado de uno de estos testimonios industriales, el edificio de viajeros de la Estación del Norte, y muy cerca de la antigua carpintería de Maquinista y Fundiciones del Ebro, se localiza Dragón Emergente (1993) de Carlos Ochoa Fernández donde un dragón sale de las aguas estancadas en una alberca rectangular. Esta fuente destaca por su originalidad puesto que el motivo del dragón no es común en las calles de Zaragoza. Igualmente, es novedoso el tratamiento del tema ya que, lejos de la gravedad de la leyenda de San Jorge y el Dragón, en esta ocasión el escultor presenta un dragón divertido, de brillantes colores y barbas movidas por el viento.

El recorrido por las calles del Arrabal desemboca en Parque del Tío Jorge. Éste es uno de los parques más importantes de la ciudad. Se inauguró en el año 1968 siendo alcalde Cesáreo Alierta y está dedicado a la memoria de Jorge Ibort y Casamayor, defensor de la ciudad en la guerra de la Independencia. En el interior de esta zona arbolada se ha construido un pequeño lago adornado con la obra Patos en vuelo posándose en el agua (1979) de Manuel López García. Pero la intervención artística más polémica del parque es el Monumento al Tío Jorge (1968) de Ángel Orensanz, que cabe citar aquí por los elementos férreos que lo decoran, pues hay entre ellos instrumentos de riego y de labranza.

Del mismo artista es la Esfera de Zaragoza o Esfera del Mundo (2001) situada delante del World Trade Center, frente al centro comercial Gran Casa. Éste es el eje central del ACTUR. En 1970 el Ministerio de la Vivienda aprobó el plan de creación de Actuaciones Urbanísticas Urgentes (las ACTUR) que para Zaragoza supuso la construcción del polígono denominado Actur-Puente de Santiago con la urbanización de Rey Fernando, Ranillas y Arrabal-Zalfonada. Al final de la avenida de Maria Zambrano, una de las arterias principales de este barrio se localiza el Monumento a la jota (1993) de Miguel Cabré Cazcarra. Esta fuente-monumento está formada por un grupo escultórico de seis figuras: dos de ellas forman una pareja de baile, otras dos representan una jotera acompañada de un guitarrista y dos niños que contemplan la escena. Todo ello rodeado por el vaso de la fuente.

 

Para completar la visita a la margen izquierda es necesario disfrutar de las nuevas intervenciones surgidas al amparo de la celebración de la Exposición de 2008. Por la calle Pablo Ruiz Picasso llegamos al recinto expo, y en concreto al Parque del Agua Luis Buñuel. Allí, encontramos intervenciones como Un descampado en la ribera del río Ebro, (2008) obra de Lara Almárcegui. Ya el recinto de la Expo, se encuentra Appearing Rooms (Habitaciones que aparecen) (2008), de Jeppe Heinn ubicada entre el Pabellón de España y el acceso al recinto Puerta del Ebro. Nuestro recorrido, sigue la ribera del río y concluye en el puente de Santiago donde, antes de volver a cruzar el río para introducirnos de nuevo en el Casco Histórico. Sin embargo, antes debemos hacer una parada frente a Válvula con alberca (2008), de Miquel Navarro ubicada al inicio de la Avda. de Ranillas, en la explanada de la Chimenea, punto final de un recorrido por Zaragoza protagonizado por el agua y su fuerte contenido evocador.