La manera en la que nos alimentamos tiene una gran influencia sobre nuestra salud y sobre el medio ambiente. El derecho a una alimentación sostenible y saludable debe ser un derecho fundamental para todas las personas. Zaragoza ha sido una ciudad históricamente ligada a su huerta, con un potencial elevado para alimentar a sus habitantes con verduras y hortalizas ecológicas, de temporada, sanas y sabrosas.