El Comercio fluvial

En época romana existía un rico e intenso comercio que se desarrollaba a lo largo de las orillas del Ebro.
Los puertos principales eran Vareia , actual Logroño, Dertosa , actual Tortosa, y Caesaraugusta , el más importante enclave redistribuidor de mercancías en el centro del valle.
Los productos importados remontaban el río desde Dertosa, puerto mixto marítimo y fluvial, libre en esa época del delta del Ebro. Así ascendían cerámicas, mármoles, ánforas de vino y salazones, joyas, vidrios, etc.
Los productos del valle descendían por el río: se transportaba lana, pieles, hierro, lino, sal, trigo y madera.
A través de las monedas emitidas por Dertosa (Municipium Hibera Iulia Ilercavonia) , conocemos imágenes de los barcos que surcaban el Ebro en época romana. En ellas se aprecia el timón y las velas cuadradas que los impulsaban. Aunque los barcos también remontaban el río con la ayuda de sirgas, siguiendo el modelo utilizado en otros ríos del sur de Europa.