Fiestas del Pilar 2023, del 7 al 15 de octubre

TRAGACHICOS

El Tragachicos es un gigante de hermosa hechura; devorador de la pequeñez, espanto de las viejas, sorpresa de los forasteros y admiración de cuantos lo ven por primera vez. Es, sin duda, un elemento antiguo y tradicional de animación que existía en Zaragoza y que fue conocido por ese nombre y por el de Tragantúa.

Esta figura, pieza histórica de animación que muchos ciudadanos aún recuerdan, fue recuperada por primera vez en 1986.

Las primeras referencias de esta simpática pieza se remontan al siglo XIX , cuando Félix Oroz presentó, junto con la remozada Comparsa de Gigantes y Cabezudos, una figura de extraña invención y grandes proporciones, especie de cabezudo descomunal: el Gargantúa . Este personaje se inspiraba lejanamente en el protagonista de Rabelais y los elementos festivos de procedencia italiana. En 1892, salió a la calle otro Gargantúa procedente del taller de Dionisio Lasuén, que participaría en las Fiestas del Pilar de los dos años siguientes. En 1907 la Comisión de Festejos, ante el éxito obtenido años anteriores, encargó a José Galiay que reconstruyera la figura, que fue presentada en la entonces Plaza de la Constitución (Plaza de España), remolcada por la novedad de la época: un automóvil.

Esta pieza se conoció popularmente como -Tragantúa- y –Tragachicos- hasta su desaparición. Volvió a resurgir a finales de los sesenta como -Tío Zambombo-, un enorme baturro que subido en una carroza, acompañando a la cabalgata del Pregón y quedaba luego instalado durante las Fiestas en la Plaza del Pilar. Allí, los niños hacían cola para ser deglutidos: se introducían por la boca y se deslizaban por el tobogán interior, hasta salir por detrás. El -Tío Zambombo- murió olvidado en los almacenes municipales.

En las Fiestas del Pilar 2012, el Tragachicos de grandes dimensiones (5 m de alto), volvió a estar en Plaza España y en las Fiestas del Pilar, para no perder una tradición de nuestra ciudad y disfrutaron de él 16.000 niños aproximadamente.