Iglesia, Fachada, Torre y Atrio


CRONOLOGÍA

Su construcción se inició probablemente a finales del siglo XVII y fue consagrada el 12 de octubre de 1731. En torno al año 1780 su interior fue objeto de una profunda renovación llevada a cabo por el hermano cartujo y maestro de obras Joaquín Gracián. Durante la Guerra de la Independencia sufrió considerables destrozos que la inhabilitaron para seguir cumpliendo sus funciones y por ello los monjes acometieron su restauración, que fue concluida en el año 1827, fecha en la que fue de nuevo bendecida (28 de abril). La sacristía debió de levantarse a la par que el templo.

FUNCIÓN

De todas las dependencias de una cartuja es, sin duda, su iglesia el edificio más importante. Dada la dignidad de su función como Casa de Dios y lugar donde se celebraba la misa conventual y la oración en común de los monjes, constituye la estancia más amplia, rica, cuidada y de mayor mérito artístico de todo el conjunto, así como la que precisó una mayor inversión económica por parte de los monjes.

La importancia del templo se manifiesta incluso en su misma ubicación, ya que se encuentra en el eje de conjunto, en el corazón mismo del monasterio.

DESCRIPCIÓN

La sobriedad exterior del templo EL EXTERIOR: Obra ejecutada en ladrillo, el templo aparece exteriormente como un conjunto de geométricos de diferentes alturas y de netos y sobrios volúmenes que se corresponden con sus diferentes partes.

LA FACHADA participa del carácter desornamentado, severo, planista, con claros ecos del lenguaje clasicista, de raigambre escurialense que caracterizaron las fachadas de un buen número de iglesias barrocas aragonesas del siglo XVII. Tiene dos cuerpos horizontales, cada uno de los cuales ofrece tres entrepaños, delimitados por pilastras.

El primer cuerpo presenta tres arcos de medio punto. El entrepaño central del segundo cuerpo está coronado por un frontón partido con un juego de curvas y contracurvas. Rematada por pináculos con decoración de cerámica.

LA TORRE, con tres cuerpos de planta cuadra y uno superior de planta octogonal, culminado por un chapitel y veleta, sigue el mismo estilo de la fachada de la iglesia. Se ubica en el ángulo que conforma la nave de la iglesia y el brazo oeste del transepto del templo. Hueca en su interior, presenta escaleras que, adosadas a los muros internos, conducen al cuerpo de campanas. Su sonido era fundamental para la vida monástica.

EL CIMBORRIO octogonal correspondiente a la cúpula sobre el crucero.

EL ATRIO. Es de planta rectangular y reducidas dimensiones. Presenta lisos paramentos a excepción de la rica portada en yeso con un gran arco triunfal de medio punto entre pilastras adosadas de orden gigante y entablamento. En el entablamento hay una cartela con la siguiente inscripción: TOTA PULCHRA ES AMICA ME ET MACULA NON ESTE IN TE (toda limpia es mi amiga y no hay mancha en ti) y sobre ésta una hornacina con la Inmaculada Concepción, flanqueada por dos cartujos orantes. Sobre ella dos ángeles la coronan. De 1718, su decoración recargada con temas como tarjetones, variados motivos vegetales de hojas, flores y frutos, placas recortadas, etc., que cubren toda su superficie y que se derraman por las zonas laterales, denota un barroco pleno, churrigueresco.

ESTADO ACTUAL

Se encuentra restaurada. Abrió sus puertas en 2012, tras varios años cerrada, siendo inaugurada oficialmente en 2014.

CURIOSIDAD

El chapitel de la torre se acabó de construir en 1742 una década más tarde que la consagración oficial de la iglesia. Cuarenta años más tarde fue renovado. En 1949 sufrió un terrible incendio por lo que la torre estuvo desmochada durante seis años. Finalmente, a principios de los años 90 del siglo pasado hubo que desmontar de nuevo el chapitel, que no se recuperó hasta ya entrado el actual con la restauración.

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