7. Primera Ampliación (Itinerario Opcional)

Ya en el andador "A", torcemos a la izquierda en dirección oeste, y nos dirigimos hacia la puerta principal de acceso al Cementerio. A la derecha quedan las manzanas de nichos, que desaparecerán después para dar paso a nuevas capillas según el diseño ya comentado de Magdalena. A la izquierda, panteones de diversa orientación y fortuna artística.

Avanzado el camino nos detendremos en el panteón de la familia Herrero (1920). El ejemplo más genuino de inspiración en la antigua cultura egipcia: Columnas y capiteles lotiformes, una gran esfinge, altos obeliscos o una cruz con los brazos en forma de flor de loto. Más adelante, el llamativo panteón de la familia de Repullés de la Llata (1941), que escenifica el momento en el que un ángel, que desciende por una escalinata, se acerca a un sarcófago anunciando el Juicio Final. No faltan las esfinges ni los flameros. En este contexto ecléctico e historicista, se encuentra el panteón de la familia Horno (1930) pequeño edículo racionalista diseñado por el arquitecto Fernando García Mercadal, con absoluta ausencia de lo ornamental.

 

Poco después, el panteón de las familias Albert, Ballarín, Izquierdo y Pérez (1882) formado por una compleja cruz latina con columnas adosadas, con abundante simbología funeraria en la base, como las lechuzas o cabezas de ángeles con las alas abiertas.

Y finalmente, el panteón de los Condes de Fuentes (1900) una sobria, elegante y neoclásica construcción a dos aguas, capaz de contener a dos féretros. Materializada en mármol blanco de gran calidad, resalta en uno de sus frentes el gran escudo nobiliario de la familia. El conjunto está rodeado por un artístico vallado en hierro forjado .

Hasta aquí el recorrido por el Cementerio Antiguo, hemos llegado a la puerta de acceso al Cementerio, nuestro punto de partida.