IVO POGORELICH - XXVII CICLO DE GRANDES SOLISTAS PILAR BAYONA
El legendario pianista Ivo Pogorelich ha marcado el panorama de la música clásica de nuestro tiempo. Su talento musical único y su enfoque innovador lo han colocado entre las mentes musicales más originales de la actualidad. El espíritu aventurero de Pogorelich, valorado por la lucidez en el descubrimiento de nuevas capacidades de expresión musical, se envuelve en un pianismo del más alto valor estético, un virtuosismo inimitable y una maestría técnica.
Sus interpretaciones evocadoras, moldeadas por un gusto musical refinado, poco común en nuestro tiempo, se han ampliado. Los horizontes y la comprensión de la literatura pianística estableciendo nuevos estándares para la interpretación pianística. Gracias a su criterio artístico intransigente y su dedicada búsqueda del ideal de expresión musical, Pogorelich ha logrado, en más de cuatro décadas de actuación, auténticos logros, apreciados tanto por el público como por la crítica, mientras que sus conciertos en todo el mundo se han ganado el estatus de Eventos de culto muy esperados.
Nacido en Belgrado en 1958, hijo de un músico, Ivo Pogorelich comenzó su educación musical cuando tenía siete años, debutando en conciertos en solitario a la temprana edad de 10 años. Después de su desarrollo musical inicial en Belgrado, se mudó a Moscú en 1970 para continuar su educación. Pasó allí los siguientes diez años, primero asistiendo a la Escuela Central Especial de Música del Conservatorio PI Tchaikovsky y luego, entre 1975 y 1980, estudiando en el Conservatorio de Moscú. Un cambio radical en su desarrollo artístico se produjo después de conocer a la destacada pianista y pedagoga georgiana Alisa Kezeradze, con quien inició una intensa y fructífera cooperación profesional en 1976.
Gracias a su instrucción sobre los fundamentos de la tradición occidental de la escuela de pianistas rusa, cuyas bases fueron establecidas a finales del siglo XIX por el último alumno de Liszt, Alexander Siloti, y que Nina Plesceeva y Alisa Kezeradze construyeron en el siglo XX, Pogorelich redefinió su técnica adoptando el conocimiento adquirido a partir de las muchas capas de experiencia de varias generaciones de destacados pianistas. La exclusividad de este conocimiento adquirido, basado en la línea generacional, la séptima después de Beethoven y la quinta después de Liszt, haría destacar a Pogorelich y le garantizaría un lugar especial en la constelación histórica del pianismo mundial.
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