Espiral mudéjar

Arte del Paisaje
Autor/es
(Escultora, videoartista, artista visual con múltiples técnicas.)
Diana Larrea (Madrid, 1972) es una artista polifacética que practica la instalación, el vídeo, la fotografía o el dibujo; pero es conocida principalmente por las intervenciones y performances en espacios públicos: al inicio introducía elementos cromáticos llamativos, más recientemente se apropia de iconos de la Historia del Cine y la Historia del Arte. Uno de los principales intereses que sostienen el conjunto de su labor creativa es la voluntad de analizar el culto al objeto artístico y el modo en que acabamos mitificando ciertos productos culturales. El trabajo visual que Larrea ha desarrollado en los últimos años se sitúa en un territorio de reflexión en torno al aura que poseen algunos modelos estéticos e históricos, centrando su atención en la trascendencia que poseen más allá de la propia práctica artística y su implicación en la vida social del individuo. Entre sus galardones más destacados se encuentran la Beca Fundación Marcelino Botín, concedida para desarrollar un proyecto en San Francisco (USA), el Premio Vida 6.0 de la Fundación Telefónica, el Primer Premio de Escultura Urbana de la IV Bienal de Artes Plásticas de Alcorcón, la Beca Generaciones que otorga la Obra Social Caja Madrid, o el Premio de Creación Artística de la Comunidad de Madrid para llevar a cabo un proyecto en París.
Emplazamiento
En la orilla derecha del Ebro, entre el Puente del Tercer Milenio y el Pabellón Puente.
Periodo
[2001-] Siglo XXI
Materiales
Ladrillo rojizo colocado en espiga
Dimensiones
17 m. de diámetro (las piezas cerámicas rectangulares tienen cada una 22 cm de largo x 11 cm de ancho x 3 cm de grosor)
Cronología
2008
Promotor
Seleccionada y encargada por Expoagua Zaragoza 2008 con la colaboración y financiación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino dentro de los Planes y Programas de fomento de la creatividad artística con cargo al 1% cultural.
Propietario
Ayuntamiento de Zaragoza

Camino en forma de espiral, de ladrillos macizos de color rojo colocados en espiga sobre un mortero de cemento, que a su vez está en contacto cn una slorea con mallazo de 15 cm de altura, con juntas de dilatación cada 25 cm. Esta solera se vierte sobre un encachado de 10 cm y un compactado de tierras. Está contenida a su vez, entre unas láminas de plástico rígido no contaminante ocultas bajo tierra. Los ladrillos macizos refractarios utilizados son una reinterpretación contemporánea del ladrillo o rejola utlilizado en las obras mudéjares, estrecho y alargado. Se crea con ellos una via transitable doble, ancha y larga, a modo de laberinto. Los ladrillos forman cuatro espigas, que en un principio iban separadas por línes de encintado perimetral, pero que por la gran dificultad de adaptación de la disposición del aparejo ortogonal al diseño geométrico helicoidal, han sido eliminadas. Sobre esta versión de la rejola mudéjar se extiende una capa de mortero fino hidrofugado, que potencia el color rojizo de la instalación artística. Luego se la ha rodeado de césped, lo que regala a nuestra vista un precioso contraste de colores y de texturas. La espiral tiene en sus dos extremos dos tramos rectos que la integran de una forma material en el entorno, invitando a entrar y a salir de ella. Para la ejecución de esta figura se han trazado cuatro espirales concéntricas, dibujando un cuadrado paralelo al eje de los caminos de salida.

Esta intervención sobre el paisaje reproduce la forma de la espiral, símbolo que aparece desde la Antigüedad relacionado con el movimiento ondulante del agua, los remolinos, la acción, la energía, la idea de volver al centro, al principio, al nacimiento para luego expandirse con más fuerza. Esta espiral para ExpoAgua también está ligada al concepto rotatorio del ciclo del agua en la naturaleza. Está muy relacionada con dos obras de Diana Larrea: una diseñada para unos jardines en París consistente en una lona de plástico con un laberinto en blanco y negro, la otra una intervención encargada por la localidad de Alcorcón.

El caminar tiene que ser fluido, porque caminar no es un medio de transporte al que subes para ir a un sitio y llegar sin pérdida, sino que tiene unas connotaciones erráticas muy acusadas que llevan a detenerse, cuando se va a un lugar, en los muchos otros que salen al paso, o decidir llegar un poco más lejos porque todavía hay tiempo. Ese proceso sin tiempo fijo queda muy bien reflejado en el Juego de la Oca, en el que de niño perdí tantas veces el tiempo con el mayor aprovechamiento. En ese juego uno aprende las reglas del caminar, los contratiempos y dificultades que uno debe superar para lograr la meta propuesta, pero también los logros que pueden facilitar un éxito anticipado. El Juego de la Oca se estructura sobre una espiral con celdas por superar; de forma parecida, la Espiral Mudéjar de Diana Larrea ofrece al caminante, que en realidad se convierte en el contexto de su obra en paseante, la oportunidad de perderse un rato sobre un camino trazado para no pisar el césped. Un detalle importante, porque jamás se pisa el césped, según convención respetada por todos, así que ubicar sobre la yerba su Espiral Mudéjar es, de alguna manera, invitación a entrar y andar. Una vez sobre esta espiral, cada quien adopta las distintas posibilidades: caminar, pasear, alcanzar el otro lado de la espiral; pero gracias a la estructura casi laberíntica, la decisión se puede ver trastornada por la propia forma del camino puesto a los pies para salvar el césped. Si te quieres perder, pisa, si no te quieres perder, aprende el camino pisado. No es un dilema, sólo es un juego ofrecido por Diana Larrea sobre una hierba inmaculada.
Clave Iconografía Clave Materiales Clave Temática
Formas
Cerámica
Arte del Paisaje
Autor de la Ficha
Ana María REVILLA y Javier GALÁN (ficha técnica), y Nilo CASARES (comentario)
Bibliografía
PELLICER, Francisco & GALÁN, Francisco Javier & REVILLA, Ana et al.: Intervenciones artísticas Exposición Internacional Zaragoza 2008. Zaragoza, Sociedad Estatal Expoagua Zaragoza 2008 S.A., 2008, pp. 84-93.