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Silvia Rived

Cada vez que salimos de nuestra casa, de nuestra ciudad o incluso de nuestro país para conocer un nuevo lugar, queremos empaparnos de las costumbres del nuevo destino. Queremos recorrer sus calles, visitar sus monumentos más famosos y entrar en esas iglesias y museos que nos recomiendan quienes ya han estado. Nos informamos a través de libros o en internet de qué puntos no nos podemos perder, hacemos visitas guiadas con el fin de que nos cuenten todos los secretos que se esconden. Con ello, muchas veces sabemos o aprendemos más de los sitios a los que viajamos que de nuestra propia ciudad.

Sí consideras que eso es así, es momento de que cambie. En este artículo, tomando muchas ideas del Archivo Municipal de Zaragoza, te descubrimos cinco curiosidades interesantes para contar a tus seres queridos en las próximas quedadas.

Zaragoza es una ciudad histórica, con muchos cambios y acontecimientos que han marcado su vida. Pero antes de correr, hay que andar. Por eso, en primer lugar conoceremos de dónde viene el nombre de esta ciudad situada en el Valle del Ebro. La mayoría seguro que lo conocen, sobre todo, los y las amantes de la historia. Zaragoza tiene su origen en el Imperio Romano. Cuando los romanos la conquistaron y tomaron asiento le dieron el nombre de Caesaraugusta (siglo 14 a.C.), en honor al emperador romano César Augusto. Esta denominación fue evolucionando a través del árabe Saraqusta. Los cristianos, tras su conquista en 1118, le dieron el nombre de Saragoça, el cual evolucionó hacia Çaragoça, adoptando finalmente el actual, Zaragoza.

Si pensamos en ella es inevitable que se nos venga la imagen de la Basílica del Pilar. Es el icono de la ciudad y la mayor atracción turística. Sin embargo, también hay quien defiende que la Catedral de La Seo no tiene nada que envidiarle. Lo que muchos no saben es que ambas hacen de Zaragoza una ciudad con un reconocimiento exclusivo. Se trata de la única ciudad en el mundo con dos catedrales en activo. Sí, la Basílica del Pilar es catedral. Se te pueden ocurrir otras localidades donde existen más de una catedral, y claro que las hay. La diferencia en Zaragoza es que es la única donde ambas están en activo. Es decir, hay dos catedrales, pero sólo un cabildo.

Nos quedamos en la zona céntrica de Zaragoza, en la Plaza del Pilar, para recordar que cada Navidad en esta ubicación se monta el Belén más grande de España. Desde 1972 esta recreación a tamaño real es visitada por miles de personas durante el período festivo. Pero hubo un tiempo en el que el Belén no tenía este tamaño ni se hallaba en la Plaza del Pilar, sino en Plaza España. Se hizo durante los años 60 y 70 y los servicios municipales se encargaban de dar vida a la exposición.

La arboleda del Parque Macanaz, en el lado izquierdo del río Ebro, esconde una historia desde hace 200 años. En esta explanada yacen miles de muertos anónimos de los Sitios de Zaragoza, cuando el pueblo zaragozano resistió a la invasión francesa y a la epidemia de tifus que se expandió en la ciudad. Más de 10.000 personas fallecieron durante esta época (1808-09). Sin embargo, no fue hasta 150 años después cuando se recordó la existencia de cadáveres en la zona y en 2023 se inauguró una placa en homenaje a todos esos héroes y heroínas.

Dejando la tragedia de lado, la última curiosidad trae un recuerdo más agradable. El siguiente honor ya no se lo quitará nadie a Zaragoza. La capital aragonesa tiene el orgullo de ser sede de la primera película rodada en España con la grabación de Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza. Ese documento visual se considera la primera película conservada en España, y está dirigida y producida por el aragonés Eduardo Jimeno Correas. El autor adquirió una cámara Lumière junto a su padre en la fábrica de los Lumière en Lyon. La cinta fue revelada en la Posada de las Almas, en la calle San Pablo. Además, se comprobó que la película fue un éxito, ya que los espectadores provocaron que el barracón donde se emitía se hundiera.