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Sandra Alquézar Bravo

Con la llegada del buen tiempo, pasear por los parques y zonas verdes de Zaragoza se convierte en la afición preferida de muchos de nosotros/as. ¿Pero conoces realmente la diversidad de espacios naturales que alberga nuestra localidad?

Tanto la propia ciudad como sus alrededores esconden rincones sorprendentes que invitan a perderse en un largo paseo. Si te apetece salir de la rutina y contemplar paisajes inesperados, te proponemos una serie de opciones para que descubras la diversidad natural de Zaragoza.

Soto de Cantalobos

Saliendo de la ciudad por el barrio de Las Fuentes encontramos este magnífico bosque de ribera a orillas del río Ebro. Su frondosa y variada vegetación es el hogar de más de 100 especies de aves, mamíferos, reptiles e insectos, siendo uno de los espacios con mayor biodiversidad de todo el municipio. Los sonidos, aromas y colores del soto te transportarán al corazón de la naturaleza a lo largo de sus tres kilómetros.

Esclusas de Valdegurriana

Partiendo desde los pinares de Valdegurriana, situados en los montes de Torrero, se inicia una senda que recorre el Canal Imperial de Aragón y nos lleva hasta las esclusas. Construidas a finales del siglo XVIII, las esclusas se utilizaban para que los barcos pudieran navegar por el canal pese al desnivel. Una obra hidráulica digna de contemplar situada junto a un parque perfecto para almorzar y hacer un pequeño descanso.

Parque del Barranco

Detrás de los Pinares de Venecia, junto al cementerio de Torrero, se encuentra este desconocido parque que sorprende por su tamaño y su amplia zona verde. Un lugar tranquilo y poco frecuentado, ideal para sentarse en la hierba y relajarse junto a uno de sus estanques.

Galacho de la Alfranca

Todo zaragozano/a conoce el Galacho de Juslibol, pero hay otro antiguo meandro del Ebro algo menos famoso: el Galacho de la Alfranca, situado en Pastriz. Para llegar a él, la mejor forma de hacerlo es recorriendo el Camino Natural de la Alfranca, con inicio en Las Fuentes. Al final del camino está la Finca de la Alfranca, donde podrás ver un antiguo palacio y unos bonitos jardines, que son solo el punto de partida de un recorrido por el interior de la reserva natural.

Parque Lineal de Plaza

Este parque, localizado entre el polígono de Plaza y el Canal Imperial de Aragón, es una de las zonas verdes más grandes de Zaragoza. En su interior podrás encontrar diferentes rutas que conducen hasta varios monumentos dentro del propio parque: la atalaya, la plaza de las Cinco Culturas y tres curiosos laberintos en los que podrás disfrutar del entorno natural mientras tratas de encontrar la salida.

Barranco de las Almunias

Saliendo de la ciudad por el sur, a la altura de Cadrete, encontramos el barranco de las Almunias. Cuenta con una extensión de más de 10 kilómetros, que se inician con el característico paisaje estepario y culminan en un bosque mediterráneo. Lo más sorprendente del entorno es el contraste entre la dureza de la estepa y la frondosa vegetación que crece en el fondo del barranco.

Vedado de Peñaflor

En esta ocasión nos vamos hacia el norte, junto a Peñaflor de Gállego, para descubrir lo que se llama una isla forestal: un bosque mediterráneo natural que se alza en medio del árido paisaje. Esta zona forestal destaca por la gran variedad de flora que alberga, con más de 250 especies vegetales diferentes entre las que predomina el pino carrasco. El bosque también es el hogar de numerosas especies de aves, especialmente rapaces, cuyo vuelo podrás contemplar desde el punto más alto del vedado si tienes un poco de paciencia.

Balsa de Larrade

Pasado Garrapinillos, junto a la urbanización de Torre Medina, podemos encontrar este inmenso humedal de cuatro hectáreas que, junto con las balsas Ojo del Cura y Ojo del Fraile, es el último vestigio del conjunto de lagunas que antiguamente ocupaban este terreno. Alrededor de la balsa se extiende un carrizal que protege a las especies animales que habitan en la laguna y sus alrededores.