03 mayo 2018

La Casa de la Mujer homenajea a Margot Moles, la mejor deportista española del siglo XX

La vicealcaldesa Luisa Broto ha presidido el acto de reconocimiento a quien fue la pionera en el atletismo femenino en España

Fue la primera participante española en unos Juegos Olimpicos en 1936. El franquismo puso fin a su carrera como deportista y profesora, y la condenó al anonimato hasta su muerte en 1987

El periodista Ignacio Ramos ha reconstruido la vida de Margot Moles en un libro, para dar por fin a conocer su historia

La Casa de la Mujer ha celebrado este jueves un acto de homenaje a la figura de Margot Moles (1910-1987), pionera del atletismo femenino en España, primera mujer española en acudir a unos Juegos Olímpicos (en 1936) y la que por méritos propios se puede considerar como la deportista española más completa del siglo XX. Una figura histórica cuya trayectoria fue frenada en seco y condenada al ostracismo por la dictadura franquista.

El periodista Ignacio Ramos ha reconstruido su vida y la ha reflejado en el libro Margot Moles, la gran atleta republicana (Ed. libros.com), publicado gracias a un crowfunding. La obra rescata por fin los méritos de esta mujer, que falleció en 1987 y que hasta hoy sigue sin haber recibido ningún reconocimiento de las instituciones deportivas.

El propio Ramos ha participado en el acto de homenaje organizado por el Servicio de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza en la Casa de la Mujer, que ha presidido la vicealcaldesa y consejera de Derechos Sociales, Luisa Broto. En la mesa redonda han intervenido también la piragüista Selma Palacín, la atleta Isabel Macías y la nadadora y clown Helena Castillo Monteagudo, quien ha realizado un espectáculo relacionado con el tema. Ha asistido además una sobrina de Margot Moles, que está afincada en Zaragoza y es la familiar más cercana que sigue viviendo en España.

Una atleta versátil: atletismo, hockey, esquí y natación

Margot Moles hizo historia en el deporte de nuestro país durante en los años 30, proclamándose campeona nacional de lanzamiento de disco, peso y plusmarquista de martillo. Destacó, además de en atletismo, en disciplinas como el hockey -como capitana del Athletic Club de Madrid, fue campeona de España en tres ocasiones-, el esquí -también campeona nacional- y en natación -campeona de Castilla de 100 metros braza-.

Todos estos méritos fueron invisibilizados durante el franquismo. Hasta el estallido de la Guerra Civil, Margot Moles trabajó como profesora de Educación Física en el Instituto-Escuela, un centro educativo liberal, innovador, laico y mixto. La dictadura convirtió este colegio en religioso y apartó a las mujeres del deporte. En particular, ella y su familia fueron reprimidas por haberse significado a favor de la República. Su marido fue fusilado en 1942, ella fue obligada a dejar su empleo como docente y su carrera como deportista, y pasó a ganarse la vida bordando ropa para sacar adelante a su hija.

Su vida, plasmada al fin en un libro

Saber qué fue de ella una vez que la dictadura la reconvirtió en una mujer anónima ha sido la labor que el periodista Ignacio Ramos ha conseguido plasmas en el libro Margot Moles, la gran atleta republicana (Ed. libros.com). Ha tardado más de un año en reconstruir la vida de esta pionera del deporte español. El testimonio de una de las nietas de Moles ha sido fundamental para acceder a los álbumes familiares y conocer cómo se desarrolló su vida.
"Fue una mujer totalmente realizada, empoderada y hacía lo que le gustaba. Es un ejemplo clarísimo de cómo se reprimió en la dictadura la personalidad de las mujeres", señala el autor.

El primer contacto de Moles con el atletismo fue en Madrid. Con 17 años, en 1927, su familia llegó a la capital procedente de Terrasa. Su padre comenzó a trabajar como profesor de Ciencias Sociales en el Instituto-Escuela, ella y su hermana acudieron a este centro como alumnas y un docente las propuso que se uniesen al club al ver que tenían buenas condiciones físicas. "Así empezó el atletismo femenino en España. Hasta entonces nunca se había realizado", incide Ramos.

"Abrieron camino al resto. Cuando ellas empezaron a hacer atletismo en Madrid, en Barcelona otro grupo de atletas se animaron y así se realizó el primer Campeonato de España que enfrentaba a deportistas de las dos ciudades", añade. Moles también destacó en la natación, un entorno en el que Ramos asegura que también había pocas féminas, "a las piscinas sobre todo acudían mujeres extranjeras no españolas".

Esta mujer "fue la mejor deportista de los años 30", concluye el biógrafo. En aquella década el deporte no estaba profesionalizado por eso a nivel amateur se practicaba una variedad amplia de disciplinas. En el libro destaca que Moles no solo fue rompedora por su habilidad deportiva, también por la estética que defendió junto a sus compañeras de equipo. "Hay fotos en las que salen sin sujetador, con pantalón y camiseta corta. En una entrevista su hermana Lucinda contó que cuando iba a nadar, la decían de todo", reseña.