01 junio 2019

Así es el Museo del Fuego y de los Bomberos


El Museo del Fuego y de ls Bomberos, un museo de historia en el que se exponen los avances en la prevención de incendios y la historia de la lucha contra el fuego. ¿Lo conoces? No te preocupes, te lo enseñamos a continuación. Se encuentra en la calle Santiago Ramón y Cajal, en el antiguo Convento de Mínimos de la Victoria de la Orden de San Francisco de Paula.

¿Has estado alguna vez en el Museo del Fuego y de los Bomberos? El Museo enseña la labor que realizan los bomberos y los medios que cuentan para hacer su trabajo.
 
A día de hoy, tiene una doble función, parque de bomberos y, a su vez, es un museo de historia en el que se exponen los avances en la prevención de incendios y la historia de la lucha contra el fuego. Además acoge exposiciones y numerosas actividades como talleres y espectáculos en familia o para público infantil, dando una gran vida a todo el vecindario de la zona en la que se encuentra. 
 
Un poco de historia del edificio 
Situado en la calle Santiago Ramón y Cajal, el Museo del Fuego y de los Bomberos lleva abierto al público desde el año 2012. Se ubica en el antiguo Convento de Mínimos de la Victoria de la Orden de San Francisco de Paula.  Fundado en enero de 1576, la construcción del convento se acometió en varias etapas a lo largo de las últimas décadas del siglo XVI y las primeras del XVII y se realizó bajo la dirección del maestro de obras, Clemente Ruiz. 
 
El edificio fue rehabilitado en 2002 y conserva uno de los elementos de la edificación más importante: el patio claustral. En él puedes encontrar vehículos de bomberos de diferentes épocas, bombas manuales o piezas como la bomba de vapor, un adelanto único para la época, como medio de extinción.
 
Los fondos
Las piezas expuestas en este espacio expositivo son fruto de una labor de recopilación a lo largo de los años, mediante compras, donaciones y objetos guardados del propio material del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza.
 
El Museo guarda piezas de gran interés histórico. Puedes ver cómo eran los trajes de los bomberos antiguamente, ya que tiene piezas sobre el equipo de trabajo personal, como cascos gorras, uniformes, escudos, máscaras y filtros. También encontrarás impresionantes vehículos antiguos: carretes de mangueras, bicicletas, escaleras extensibles, bombas manuales, bomba de vapor, automóviles.
 
 
Además encontrarás documentación como carteles, fotografía, grabados, filatelia, filuminia, libros técnicos, documentación variada, archivos del Cuerpo de Bomberos de Zaragoza. Igualmente te sorprenderá con curiosos objetos sobre la historia del fuego: instrumentos científicos, didácticos y sanitarios, trofeos, metopas, placas de aseguradoras, condecoraciones, miniaturas, maquetas y mucho más. 
 
Los Bomberos
El Cuerpo de Bomberos de Zaragoza, no ha existido siempre como hoy lo conocemos. Tendríamos que remontarnos al s. XVI, época en la que el gremio de aguadores era el encargado de la extinción de incendios. Cuando sucedía un grave incendio se implicaban otros gremios como carpinteros albañiles, arquitectos y campaneros, las parroquias, y vecinos en general.
 
En la primera mitad del siglo XIX, se crean Organizaciones como la Compañía de Zapadores Bomberos de la Milicia Nacional, con clara estructura militar y la Sociedad de Seguros Mutuos contra incendios de casas que cubrían únicamente a sus asegurados. Es por el año 1863, cuando se constituye la Compañía de Bomberos Voluntarios y el año 1931, cuando se establece el Reglamento de la Compañía de Bomberos, con carácter profesional, con una estructura ya similar al actual.
 
Ven a visitar este interesante museo, conocerás a fondo cómo trabajaban los bomberos y la historia del fuego, ¡acércate por Santiago Ramón y Cajal a descubrirlo! El horario en el que puedes visitarlo es del 1 mayo al 31 octubre de martes a sábado de 10 a 19 h. Del 1 noviembre  al 30 abril es de martes a sábado de 10 a 17 h. A lo largo de todo el año los domingos y festivos se mantiene abierto de 10 a 14 y los lunes, el 1 enero y el 25 diciembre está cerrado. 
 
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