10 octubre 2012

El nuevo recorte en la aportación autonómica a las Escuelas Infantiles pone en riesgo la sostenibilidad de la red de centros municipales

El anuncio del departamento de Educación del Gobierno de Aragón de elevar hasta un 40% el recorte en la financiación para este año, previsto inicialmente en algo más del 20%, supone un agujero de 600.000 euros a las arcas municipales
Zaragoza, miércoles, 10 de octubre de 2012.- El reciente anuncio del departamento de Educación del Gobierno de Aragón de duplicar el recorte previsto para las Escuelas Infantiles de la ciudad de Zaragoza, elevando su alcance del 20% inicial al 40% ahora anunciado, supondrá un agujero económico para las cuentas del Ayuntamiento de 600.000 euros. Así, si se cumplen los planes del departamento de Educación, la aportación autonómica para este curso será de 908.750 euros frente a la de 1.508.442 euros que transfirió en 2011. "Este recorte salvaje - ha afirmado el consejero de Educación y Cultura del Ayuntamiento, Jerónimo Blasco-, pone en riesgo el mantenimiento y la sostenibilidad de este servicio social y educativo que atiende a niños de entre 0 y 3 años, y es de gran valor para las cerca de mil familias que llevan allí a sus pequeños". "Los recortes del 20% dictaminados desde el Gobierno de Aragón ya eran un duro golpe para un servicio como es el de la Educación Infantil que además no es competencia municipal sino autonómica. Pero esta decisión, este nuevo aumento, y la difícil situación económica actual apenas nos deja ya margen de maniobra", ha añadido Blasco. En la actualidad, el Ayuntamiento de Zaragoza, a través del Patronato de Educación y Bibliotecas, gestiona doce centros íntegramente públicos, destinados a atender a la primera infancia, que ofertan casi mil plazas (991). En este sentido, este curso escolar 2012/13 el número de plazas es superior en 127 con respecto al anterior de 2011/12. "En los últimos años, el Ayuntamiento ha estado llevando a cabo un gran esfuerzo para prestar un servicio público de calidad a los ciudadanos, tratando de colaborar en aspectos claves de nuestra sociedad como son la educación y la conciliación de la vida personal y laboral de las familias, pero recortes como estos no hacen sino poner piedras en el camino y dificultar nuestro compromiso de ayudar a los ciudadanos en lo que más demandan y necesitan", ha explicado Jerónimo Blasco. Hasta este curso, la financiación de las EE II se repartía del siguiente modo: una aportación autonómica del 25%; el importe de matrículas, otro 25%; y el 50% restante lo financiaba el Ayuntamiento de Zaragoza. "Se trata de una situación injusta para el Ayuntamiento, porque la DGA tiene transferidas las competencias en materia de educación y es por tanto su responsabilidad financiar debidamente las Escuelas Infantiles. Los ciudadanos deben conocer esta realidad, porque la situación ahora no solo no se resuelve sino que se va agravar con este nuevo recorte y el horizonte de estos centros es realmente preocupante", ha concluido el consejero. El pasado mes de julio, el Patronato de Educación y Bibliotecas ya aprobó una batería de medidas dirigidas a adaptar sus cuentas con las del presupuesto municipal para 2012, motivada por las actuales condiciones económicas y financieras municipales (contempladas en el Plan económico y Financiero 2012-2015), así como por los recortes anunciados entonces por el Gobierno autonómico, y ahora intensificados. En este sentido, una parte importante de aquel grueso de iniciativas vino motivada por el anuncio en el mes de junio del departamento de Educación del Gobierno de Aragón de reducir en 310.000 euros su aportación a la financiación de la red de Escuelas Infantiles de Zaragoza. Por ello, para compensar ese recorte, el Patronato ya propuso, entre otras medidas, elevar el precio de la matrícula e incorporar los gastos derivados del uso de material o el cobro suplementario de los servicios extraordinarios (apertura en vacaciones o fuera de horario lectivo), así como solicitar la ampliación de la ratio de plazas por unidad. Igualmente se valoró la conveniencia de elevar los precios públicos mensuales de las Escuelas Infantiles en la misma proporción que el Gobierno de Aragón disminuía su aportación.