23 mayo 2019

Charla-coloquio sobre la relación de la NASA con la capital aragonesa

Será a las 19,30 horas de mañana viernes, 24 de mayo, dentro de las actividades programadas con motivo de la exposición que acoge el Centro de Historias, "La Zaragoza americana. Los años de convivencia con las fuerzas aéreas de Estados Unidos en la base"

El Centro de Historias acoge, a las 19,30 horas de mañana viernes, 24 de mayo, una charla-coloquio sobre "La NASA en Zaragoza", dentro de las actividades programadas con motivo de la exposición titulada "La Zaragoza americana. Los años de convivencia de las fuerzas aéreas de Estados Unidos en la base", y que está abierta al público hasta el próximo 7 de julio. La muestra ofrece un viaje al pasado siglo XX de nuestra ciudad, donde la presencia de la USAF (United States Air Force) tuvo una gran influencia tanto desde el punto de vista económico como social, cultural e incluso deportivo.

Participarán Luis Muñiz, delegado de Asuntos Internacionales de la NASA durante las misiones espaciales en las que la Base Aérea de Zaragoza estuvo contratada por la agencia espacial estadounidense, y Jaime Gutiérrez, exdirector comercial del hotel Boston, establecimiento escogido entre 1992 y 2011 para alojar al personal de la NASA enviado a Zaragoza durante ese periodo.

La Base de Zaragoza albergó desde 1983 un pequeño hangar destinado a la NASA tras ser elegida como pista de emergencia de las misiones espaciales. Hasta el 8 de julio de 2011, la agencia espacial norteamericana mantuvo un operativo en la base durante las 135 misiones realizadas en ese periodo.

La pista de la base zaragozana, de casi 4 kilómetros -la más larga de Europa- formaba parte junto a la base sevillana de Morón y la de Istres, en Francia, de un dispositivo especial que la NASA desplegaba en cada lazamiento.

La agencia espacial estadounidense enviaba a la capital del Ebro un equipo de 60 personas que, junto con 40 miembros del Ejército español, realizaban un simulacro previo al lanzamiento y estaban preparados en todo momento ante cualquier complicación tras el lanzamiento. Entre el personal desplazado a la capital aragonesa también se encontraban astronautas encargados de guiar al transbordador hasta la pista de la base si hubiera sido necesario.