Ayuntamiento de Zaragoza

Cementerio de San Juan de Mozarrifar

Su historia

Por Mª Isabel Oliván Jarque

El barrio de San Juan de Mozarrifar está situado en la margen izquierda del Ebro, a unos 7 Km. de Zaragoza, detrás de la denominada Ciudad del Transporte. Dejando aparte una leyenda que explicaría el origen del nombre de este barrio – junto con otros aspectos devocionales relativos a otras localidades próximas – el origen de este lugar sería el de un asentamiento de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén. De hecho, el topónimo Mozarrifal – palabra de raíz árabe que podría traducirse como jardín – ya se cita en la documentación de comienzos del siglo XIII.

Si bien entre 1834 y 1845 fue municipio independiente, a partir de este momento pasará a ser barrio rural de Zaragoza con su correspondiente alcalde pedáneo. El núcleo de su caserío se origina en el cruce del Camino del Cascajo con el de Zaragoza, delimitado al Oeste por la vía del tren y al Este por el cauce del Gállego, con un término municipal regado por las acequias del Cascajo y el Rabal. Tradicionalmente de dedicación agrícola y ganadera a la que se irían incorporando las industrias artesanales de tejería cuya tradición subsiste en la actualidad, su población era de carácter disperso entre la que destacaban numerosas casonas y torres señoriales. Precisamente a una de ellas pertenecía la iglesia de la antigua parroquia dedicada a San Juan.

EL BARRIO DE SAN JUAN Y SUS TRES CEMENTERIOS

En el siglo XVIII cita la documentación la parroquia rural de San Juan de Mozarrifal, un oratorio del siglo XV que se abría como parroquia de este núcleo de población el 25 de junio de 1728, momento en el que parece que también se inauguraba el Cementerio anejo. Este sería el primer cementerio del lugar del que tenemos noticia. Situado junto a la iglesia, ocupaba el llamado “corral de la casa vieja”, actual entrada a la iglesia antigua, y parte de la calle de San Juan Bautista y tenía unas dimensiones de 10 por 3 varas, es decir, 7,7 m por 2,31 m, y una superficie de 17,787 m2. Tanto Madoz en 1845 como la Visita Pastoral de 1849, se refieren a él como situado en medio de la población, junto a la iglesia.

Pocos años después, en 1852, un grupo de vecinos, encabezados por el alcalde y el párroco, comunican al Gobernador la necesidad apremiante de construir un nuevo cementerio, porque el que tienen es muy pequeño e insalubre por su localización y no cumple las normativas higienistas en vigor. Dada su dependencia administrativa de Zaragoza, es el arquitecto municipal José de Yarza Miñana el que hace los planos, con un presupuesto de ejecución 14.156 reales de vellón, reconociendo que al tratarse de una obra pública había sido sometido y aprobado el proyecto por la Real Academia de Bellas Artes. Sin embargo, este segundo cementerio – luego llamado cementerio viejo – se debió construir a expensas de la Diócesis, pues en base a la legislación canónica vigente en ese momento los Cementerios se consideraban parte de la fábrica de la iglesia. Así lo confirman las noticias posteriores.

El caso es que desde la referencia de la aprobación del proyecto nada se dice en la documentación municipal al respecto hasta el año 1880, en el que a raíz de una orden del Gobernador sobre el estado y características de los distintos cementerios del término municipal, el alcalde del barrio Manuel Martín informa que tiene una extensión de 807 m2, esta situado a unos 800 m de la única calle de la población y su cerca tiene una altura de unos 2,2m. Confirma que es cementerio católico y pertenece a la parroquia a la que los vecinos habían cedido el terreno, construyendo ellos mismos las tapias de cerramiento, que en este momento están ya en muy mal estado. Además, dice el alcalde que el espacio para enterramientos es insuficiente, aunque hay otro tanto de terreno disponible pero sin cercar que convendría utilizar.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar

De la administración de este segundo cementerio se ocupaba el párroco. Tres años más tarde, en 1883, el propio párroco del barrio puntualiza las informaciones del alcalde aportando datos del archivo parroquial. El terreno fue comprado por los vecinos a Joaquín Peyrona Almudevar en 1853, tiene una extensión de 2 fanegas, de las cuales solo la mitad está destinada a Cementerio, pertenece a la jurisdicción eclesiástica, tiene una superficie de 38,70 por 20,78, y la tapia esta ejecutada en tapial valenciana y con una altura de 2 m. Todo fue costeado por los vecinos y cuenta solo con sepulturas en tierra.

El paso de los años traería el lógico deterioro del camposanto de San Juan. Está en ruina, dice el alcalde en 1888, y pide al Ayuntamiento de Zaragoza que, además de hacer las reparaciones oportunas, lo amplíe con el terreno sobrante que tienen, necesidad corroborada por los técnicos municipales que añaden como imprescindible la construcción de un pozo osario. Por su parte los vecinos nuevamente ofrecen su colaboración haciendo adobes, acarreando materiales y utensilios y con su trabajo personal.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar

Ricardo Magdalena, como arquitecto municipal, se encarga del proyecto y presupuesto de la ampliación, con un coste previsto de 865 ptas. El barrio se encargará de la ejecución de las obras por lo que el Ayuntamiento de Zaragoza en agosto de 1890 le concede una asignación de 1.000 ptas. a tal fin, ocupándose ellos el vecindario de todo. En junio de 1891 las obras de reconstrucción y ampliación del segundo cementerio que tuvo la localidad estaban concluidas con un desfase de coste de 409 ptas., colaborando en el pago la Iglesia y algunos particulares. Todos los gastos fueron debidamente justificados incluso el desfase por imprevistos. Además de las obras se hizo un Depósito de cadáveres con mesa y dosel tapizado de tela negra guarnecido de franja de seda y galón dorado, una mesa de partas torneadas, 6 candelabros también torneados, una mesa de altar con frontal para la capilla y un crucifijo de talla con su cruz guarnecida de baquetilla dorada, obra del escultor Manuel Miguel que costó 89,50 ptas. Las obras fueron hechas por el albañil Mariano Salas Franca y el carpintero Andrés Rodrigo, y los vecinos colaboraron con 556 jornales.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar

En los primeros años del siglo XX se plantea el problema de que no existe cementerio civil, habilitándose seguramente alguna pequeña zona del existente, pues en 1908 se habla del mal estado de las tapias de ambos y en 1914 se plantea la necesidad de construir un Cementerio para los no católicos, porque además así lo dispone la legislación vigente. Pero lo que se hizo fue construir un nuevo cementerio para el barrio.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar

El Pleno de 28 de abril de 1916 acordaba sacar a pública subasta la construcción del nuevo cementerio de San Juan de Mozarrifar – el tercer cementerio - por la cantidad de 11.596,84 ptas. a pagar con cargo a los presupuestos municipales, de acuerdo al proyecto realizado por el arquitecto municipal José de Yarza Echenique en agosto de 1915. El terreno elegido estaba en el monte de San Gregorio, y reunía las condiciones necesarias que marcaba la ley. Estaba situado a un Km. de la población, a unos 10-12 m de altitud, con una amplia superficie de 5.000, - un rectángulo de 100 por 50 m - , aunque solo se cerraría 3.900 m, es decir un rectángulo de 78 m por 50 m. Contaría con capilla, de 33 m2 con su pequeña sacristía, depósito de cadáveres de 12 m2 y osario, situados en el centro del Cementerio. Con acceso independiente, se disponían dos zonas para los no católicos, cada una de 290 m2 con su osario propio. El cerramiento se planteaba mediante una sencilla tapia por el bajo presupuesto disponible: el zócalo - aquí y en el resto de las construcciones – sería de mampostería careada, los pilares de ladrillo caravista y los paramentos de adobe enfoscado. Los elementos ornamentales previstos se reducían a dos cruces de hierro, una para el remate de la capilla y otra para el de la puerta principal.

Las obras, que se adjudicaron a Bernardino Estella en julio de 1916, estaban concluidas en junio de 1918 con un desfase económico de 362,69 ptas. a consecuencia del aumento de altura de 0;40m en la capilla para dotarla de luz directa y del blanqueo de las tapias para dejarlas mejor acabadas.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar
Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar

El cementerio de San Juan iniciaría su andadura en breve, pero hasta 1931 no se constituía la Asociación de vecinos del Barrio de San Juan de Mozarrifar, que dentro de sus fines encaminados a lograr las mejoras posibles para el barrio, presentaba un Reglamento para el Cementerio que regulase su funcionamiento nombrando una Junta directiva que se encargase su gestión y administración. Reglamento y Junta fueron aprobados por el pleno municipal en enero de 1932. Poco después el alcalde y presidente de la Asociación y de la Junta, Manuel Sánchez abordaba la construcción de una manzana – la primera - de nichos por concurso entre los albañiles del lugar.

Por estas mismas fechas, el cementerio viejo sigue existiendo y sus llaves permanecen en manos del párroco. Parece que hasta 1951 no se llevó a cabo la retirada de los restos existentes. Después de permanecer unos años vacío, la parroquia vendió el terreno por falta de fondos para poder hacer frente a unas obras, edificándose sobre su solar un grupo de casas.

Pasados unos años y con algunos problemas en la gestión, pues parece que había alguna reticencia en el cumplimiento del reglamento, el alcalde del barrio denuncia al Ayuntamiento de Zaragoza el mal estado del Cementerio y las necesidades de reparación que hay sobre todo en la Capilla y en el Depósito, con riesgo de desprendimiento incluso en las tapias de cerramiento, sobre todo con las lluvias. El barrio, dice el alcalde, cuenta en este momento con 2.078 ptas. Miguel Angel Navarro Pérez, Jefe de la Dirección de Arquitectura, confirma el mal estado del mismo y hace un presupuesto de 7.000 ptas. para poder ejecutar las reparaciones necesarias en cubiertas, enlucido de paramentos, tapias, con reconstrucción de las albardillas, etc. Las obras se adjudican en septiembre de 1936 por 3.812,20 ptas. a Mariano Tejedor García, constructor del barrio. En noviembre de este mismo año estaban terminadas.

La instalación en las naves de la antigua papelera de las Navas de un campo de prisioneros republicanos, después convertido en Centro de cumplimiento de Penas, hasta finales de 1943 – fecha de su cierre – , y conocido como Prisión Habilitada de San Juan de Mozarrifar, plantearía la necesidad de la ampliación del Cementerio nuevo. ”Por ser mucho el contingente que da de inhumaciones esta prisión”, el alcalde del barrio Mariano Loshuertos Mené en julio de1942 pedía al Ayuntamiento de Zaragoza su ampliación en un terreno contiguo cerca de la Granja avícola. Pero, por las razones que fuera, no se llegó a ejecutar a la vista de las dimensiones que hoy tiene.

En la década de los años 80 el Cementerio actual constaba de dos partes, una católica y otra civil, además de una tercera destinada a los vecinos de San Gregorio, barrio rural que no tiene cementerio. Hoy está todo su espacio unificado tal como se representa en los planos municipales. Desde 1982 esta gestionado por el propio Ayuntamiento del barrio, llevada directamente la administración por una Junta vecinal constituida por siete miembros, seis vocales y el alcalde como presidente de la misma.

DESCRIPCIÓN

Con una orientación Este - Oeste, el Cementerio de San Juan tiene planta rectangular con una superficie de 3.904,52 m2 y responde en su superficie, disposición y en sus elementos principales al proyecto de Yarza Echenique de 1915, algo simplificado en algún aspecto, como solía ser habitual. La entrada se sitúa en el centro de la tapia de cerramiento oriental, con una elegante y sobria portada de líneas en talud ejecutada en ladrillo dentro de la estética de las construcciones funerarias del momento, con cruz de filigrana de hierro en el remate. Desde la portada arranca el andador que conduce al núcleo central del Cementerio.

Situado en el centro de la superficie del mismo se levanta el conjunto de la Capilla, flanqueado por dos pequeñas construcciones simétricas que alojan el Osario y la pequeña Sacristía en la del lado derecho, y un almacén en la del lado izquierdo, espacio en origen destinado a depósito de cadáveres. En este caso las obras se ejecutaron con fidelidad al proyecto, planteando aquí el arquitecto una airosa portada de carácter eclecticista con reminiscencias de la estética neoegipcia en su parte inferior a la moda funeraria de esos años, más acusadas en el diseño del arquitecto. Completa su decoración un relieve del Sagrado Corazón, añadido posteriormente, y la cruz y los adornos de filigrana de hierro del remate. En el interior de la capilla se conservan la mesa de altar y el Crucifijo que se hicieron para la capilla del cementerio viejo en 1891.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar
Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar

Si bien este nuevo cementerio se planificaba inicialmente para inhumaciones en tierra, las necesidades de espacio dieron lugar a la paulatina construcción de manzanas de nichos – y cuatro panteones- adosados a las tapias en todo su perímetro, más otras dos mas recientes en la zona Norte. De todas estas manzanas, en su mayor parte porticadas, las más antiguas son las correspondientes a la zona noroeste, destacando por su decoración los nichos dispuestos en vertical de las familias Lobaco y Blasco. La primera de ellas se adorna con delicados relieves de repertorio vegetal. Algo más completa se conserva la segunda en la que la decoración ocupa la superficie exterior de toda la calle de nichos con un repertorio mixto de carácter floral y religioso, coronada por una representación escultórica entre dos jarrones flamígeros de la figura de un ángel niño sosteniendo la cruz de la Redención, en una composición que completa el simbolismo de los relieves figurados de Cristo y la Eucaristía y la Dolorosa con su atributo.

Entre las inhumaciones en tierra, que se distribuyen sobre todo en la zona noreste y suroeste del cementerio podemos ver diferentes tipologías correspondientes también a distintas épocas: con cruces e incluso con cerramiento de filigrana de hierro, con estelas, de distintos tipos y materiales. Pero entre ellas destacan dos de carácter escultórico ejecutadas en piedra. En una de ellas se eleva en la cabecera de su superficie la representación de una cruz de madera sin desbastar, rodeada de cardinas y filacterias con el nombre de la persona o familia allí inhumada, de buena ejecución.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar
Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar

Muy interesante es un tumba que en su estela funeraria representa un relieve de temática funerario-cristiana infrecuente, versión del existente en el Cementerio de Torrero, en una sepultura proyectada por Regino Borobio en 1934. En él se representa la figura de una mujer arrodillada en actitud de adoración que muestra su lámpara encendida. Se trata de una representación alusiva a la parábola de las vírgenes necias y las vírgenes prudentes, (San Mateo 25:1-13), parábola de carácter escatológico que hace referencia al premio o al castigo después de la muerte. Aquí nos presenta a una virgen con la lámpara encendida, una virgen prudente porque ha estado vigilante, es decir, ha obrado bien y, por tanto, es merecedora de la vida eterna. La obra en alto relieve, de autor desconocido, es de buena ejecución y responde a la estética del momento, con una factura escultórica absolutamente moderna y renovadora.

Historia del cementerio de San Juan de Mozarrifar
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FUENTES DOCUMENTALES

  • Archivo Diocesano de Zaragoza
  • Archivo Municipal de Zaragoza

BIBLIOGRAFÍA:

  • LÓPEZ ARTAL, Manuel: San Juan de Mozarrifar. Un barrio rural. Ed. Grupo Cultural y Escuela de jota. Diciembre 2006.
  • MADOZ, Pascual: Diccionario geográfico-estadístico histórico de España y sus posesiones de ultramar, vol. 9 (Zaragoza), Madrid 1845.
  • ORTIZ ABRIL, Ramón F.: El campo de concentración de San Juan de Mozarrifar (Zaragoza). Autoedición 2009
  • RODRIGO ESTEBAN, Mª Luz: “Barrios rurales de la ciudad de Zaragoza” en BELTRÁN MARTÍNEZ: Zaragoza : calles con historia. Zaragoza 1999.
  • VV.VV.: Zaragoza . Barrio a barrio. Vol. 4, Zaragoza 1984
  • VV.VV.: Zaragoza . Barrio a barrio. Prensa Diaria Aragonesa S.A., Zaragoza 1992